Todo queda atrás
mientras el viento mece suavemente las hebras de mi cabello
y siento su soplido en mi cara,
cuando cuidadosamente seca mis lagrimas
con el mas suave de los roces
con esa delicadeza con la que el me suele tratar
sabe lo que cargo
sabe que caigo
que mientras corro sin rumbo alguno mis piernas flaquean al avanzar
el lo sabe y me acompaña
roza mis manos suavemente
me deja sentirlo
me deja saber que esta aquí
que con su tierna caricia intermitente
el ardor de mis mejillas rosadas por el esfuerzo de apartarme
se desvanece conforme canta a mi oído
me habla con delicadeza tan cerca y amoroso
que siento que ya no caeré mas
que sus inmateriales brazos me sostienen con seguridad
me arrulla y me acaricia con la dulzura que necesito de el.
Lo siento posarse en mis mejillas y dejarse mecer ahí
tocar rápidamente aquí y suavemente allá
rozar mi suave tez
y asegurarse de que todo quede atrás,
que por el momento su fugaz presión sobre mi ardiente cuerpo
me hace pensar solamente en el
corría hacia el
lo quería a el
y el estuvo ahí.